Recuerdos de la Iglesia Vieja

Doña Marta, doña Panchita y doña Maruquita, rezadoras incansables




Ahí, en el piso de ladrillo cocido, la cera de las candelas se perpetuaba sin que nadie reparase en su presencia. Las vetustas bancas de madera de ciprés, se apilaban desde la entrada hasta el altar principal, ocupado por El Señor de las Tres Caídas, patrono del pueblo. Pintadas de rojo óxido, fueron testigos de innumerables bodas, bautizos, primeras comuniones, misas de quince años y hasta de cuerpo presente.


Las paredes de madera de pino, siempre lucieron celestes hasta que el padre Matías las pintó de verde y así se quedaron hasta muchos años después, cuando se decidió que debía modernizarse. “El Camello”, le decíamos con cariño a la vieja Iglesia Católica, debido a la “joroba” que el tiempo se encargó de hacerle al techo, cerca del campanario donde, invariablemente, solo Chus “Cocina” subía para repicarlas, con envidiable alegría cuando se trataba de fiesta, y profunda tristeza cuando había qué doblar los toques anunciando la muerte de algún ciudadano.




Solo en las tardes de mayo y junio, cuando doña Martha de Jiménez, doña Panchita Godínez y doña Marquita Hidalgo organizaban los inolvidables “Rosarios” para pedir protección a los patojos, nos dejaba Chus Cocina tocar las campanas… O cuando moría un niño y los dobles se hacían con la más chica de las dos que había en el campanario.




Las Siete Estaciones, la Virgen del Carmen, la Santísima Concepción, la Virgen del Rosario, la Dolorosa, San Pedro, San Juan, el Sagrado Corazón, San Isidro Labrador, San Miguel Arcángel, la Sagrada Familia, San José, San Antonio y otros santos y vírgenes más acompañaban al patrón, distribuidos armoniosamente dentro de aquel recinto.


Hoy todo es distinto. Aquella Iglesia ha desaparecido para siempre. Aunque moderna, no he visto –durante el viaje que hice en noviembre del año pasado–todas las esculturas sagradas que nuestros padres y abuelos nos enseñaron a respetar.

A petición de un lector, p
ublicamos ahora, algunas fotos de la nueva Iglesia Católica. Espero sean de su agrado.

Comentarios

Anónimo dijo…
Miro muchisimos blogs al dia, y no busco exesos techonologicos, gagets y widgets, solo busco un buen texto, algo que valga la pena no solo leerlo si no recordarlo, y este texto me encanto por eso,por la emanacion de recuerdos en cada linea. Gracias, no se tu nombre pero gracias vos.

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